miércoles, 7 de diciembre de 2011

CAÑONES O MANTEQUILLA

¿CAÑONES O MANTEQUILLA? Jesús Castillo More Es una de las primeras lecciones de economía del gran maestro Paul Samuelson, donde muestra que toda sociedad dispone de recursos y de un estado de la tecnología, que le permite obtener bienes y servicios, y elegir la combinación óptima, que según sus preferencias, maximice su bienestar económico y social. De esta forma, la sociedad puede optar entre situarse en los extremos de destinar todos sus recursos a producir armamento o en el otro extremo alimentos. Sin embargo, la versatilidad de los recursos permite transformar cañones en mantequilla, retirando capital y trabajo desde la fabricación de cañones a mantequilla o viceversa, logrando una combinación mejor que situarse en los extremos. En Cajamarca, la población ha sido inducida a creer que solamente existen ambos extremos: agua , para la agricultura y ganadería o la explotación minera, que acabaría con la disponibilidad de agua. El agua es un recurso natural que ha sido utilizado como un bien libre, en el sentido que no cuesta producirla, es un regalo de la naturaleza para la agricultura y ganadería. El oro, para su explotación, requiere fuerte inversión proveniente del exterior y pone en peligro la disponibilidad de agua. De aquí surge un conflicto de intereses, cuya raíz está en la propiedad de los recursos : Si los mineros fuesen dueños de las áreas agrícolas y ganaderas, procurarían no contaminarlas demasiado, y si los agricultores fuesen dueños de las concesiones mineras, procurarían sacrificar algo de agua para obtener algo de oro. En este caso, independientemente de quien sea el propietario de toda la zona, la eficiencia económica, requiere una mezcla óptima de oro y agua. Si hubiese solamente dos propietarios, uno de la concesión y otro de los terrenos agrícolas y ganaderos, los costos de lograr un acuerdo serían bajos. El problema se presenta debido a que los propietarios de los terrenos agrícolas y ganaderos son muchos, lo que eleva los costos de lograr acuerdos mutuamente ventajosos. La solución está en lograr un acuerdo previo entre los agricultores y ganaderos dispersos, para que puedan negociar con la minera y llegar a una acuerdo de beneficios mutuos, para lo cual, se requiere que la minera minimice la contaminación mediante el uso de tecnologías limpias, y que los costos sociales que incluyen a los costos privados y los perjuicios sobre los agricultores, sean menores que los beneficios sociales, de modo que el excedente, una vez que cubra los beneficios privados normales, alcance para compensar satisfactoriamente a los perjudicados por la actividad minera. En conclusión, se requiere establecer mecanismos para organizar a los dispersos agricultores y ganaderos afectados por la actividad minera, haciéndoles sentir la conveniencia de aceptar una compensación satisfactoria, establecer mecanismos para obligar a la minera a usar tecnologías limpias que preserven el ambiente, generar beneficios para todos y no solamente para algunos y perjuicios para otros, y finalmente no perder de vista lo que sucederá con la contaminación si se expulsa a la minera y se abre el paso a la minería informal.