miércoles, 27 de abril de 2011

Trabajo y Ocio

TRABAJO Y OCIO
Jesús Castillo More
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente.” El trabajo no es una maldición sino una bendición de Dios, que dignifica al ser humano y le da el sustento. No hay nada mejor que trabajar en lo que a uno le gusta. Si ese trabajo te permite un buen sueldo o salario, estarás doblemente agradecido.
Para el filósofo Scheler, “Aproximarse a las cosas como es preciso, aferrarlas vigorosamente, pero también ser aferrado vigorosamente por ellas, asimilarlas en el esfuerzo a nuestras ideas teleológicas, a la vez fundirse en ellas y volverse semejantes a ellas –esto es lo que significa “trabajar”.”
Lo opuesto al trabajo es el ocio voluntario, definido por Laín Entralgo : “Es el ocio la gozosa actividad de la no-actividad, la contemplación silenciosa, lúcida y aceptadora de la realidad y el misterio del mundo, la pausa en el trabajo que, levantándose sobre el mero descanso, levanta al funcionario a la plenitud de su condición de ser humano”.
Como la filosofía consiste en un diálogo entre el espíritu y la realidad, se habla del ocio filosófico, cuando el ocio se orienta hacia este diálogo.
El fundador de la economía moderna, Adam Smith propuso la teoría del valor trabajo, según la cual el valor de las cosas depende del tiempo de trabajo necesario para producirlas. Si para producir una silla se demora dos días y para producir una mesa se demora seis días, el valor de una mesa es tres sillas. Esta teoría del valor, de Smith, fue acogida por Carlos Marx, el fundador del Socialismo, reconociendo al trabajo como única fuente del valor de los bienes y servicios.
La teoría del valor trabajo asume implícitamente que el trabajo es el único factor de producción. Sin embargo, sabemos que en la producción participa también el factor capital: herramientas, máquinas, materias primas, conocimientos. La moderna teoría del valor reconoce este hecho y establece que el valor de los bienes y servicios está determinado por su costo económico o precio relativo: El precio relativo de un bien es el precio de ese bien expresado en unidades de otro bien. Así, el precio de una lata de duraznos es dos latas de sardinas, donde en la producción de ambos bienes han participado el trabajo y el capital.
En una economía de mercado, así como hay un mercado de manzanas, también hay un mercado de trabajo, donde se determina un precio o salario, por las fuerzas de oferta y demanda de trabajo.
Un aumento en la demanda de trabajo generará más empleo y presionará para un aumento en el salario. Para que la demanda de trabajo aumente, es necesario que el valor del aporte del trabajador a la producción aumente, lo que solo es posible si aumenta el precio del bien o servicio producido o existe una aumento en la productividad del trabajo como resultado de que dispone de mejores herramientas, máquinas y conocimientos, es decir de mayor capital físico y humano, resultado de una mayor inversión.
La oferta de trabajo depende de la población económicamente activa y de las preferencias entre ingreso que te induce a trabajar y ocio que te induce a no hacerlo. ¿Para dedicarte a filosofar?
El desempleo u ocio involuntario es el causante principal de la miseria material y moral de un ser humano, razón por la cual el objetivo fundamental de la política económica es generar puestos de trabajo y formar capital humano que le permita encontrar trabajo rápidamente gracias a su capacidad para trabajar dependiente o independientemente, o recurrir al ocio filosófico, en vez de permanecer largo tiempo desempleado.