jueves, 13 de mayo de 2010

Experimentos Sociales Para Combatir la Pobreza

EXPERIMENTOS SOCIALES PARA COMBATIR LA POBREZA
Traducción resumida por Jesús Castillo, de la Conferencia ofrecida recientemente en TED por Esther Duflo, Directora de J Pal.
Cada día mueren 25,000 niños en el mundo por causas enteramente prevenibles. Esto equivale al terremoto de Haití cada ocho días. Imagine que usted como político en un país en desarrollo tiene presupuestados unos cuantos millones de dólares para gastar en combatir la pobreza. ¿Cómo lo haría? ¿Le cree a la gente que le dice que todo lo que se necesita hacer es gastar el dinero, que sabemos cómo erradicar la pobreza y que no necesitamos hacer más? ¿O le cree a la gente que le dice que la ayuda no está cumpliendo su objetivo, se la pueden robar, podría exacerbar la corrupción, dependencia, etc.?
Viendo la información de África que ha conseguido mucha ayuda, el PBI no muestra progreso. ¿Cómo sabe usted qué habría ocurrido sin la ayuda? Tal vez habría estado peor o mejor. Como existe una sola África, no sabemos cuál es la contraparte. ¿Qué haría usted? Dar la ayuda, esperar y rogar que algo resulte de ella? ¿O dedicarse a su vida cotidiana y dejar que el terremoto cada ocho días continúe ocurriendo? La cosa es que si no sabemos si estamos haciendo algún bien, no estamos mejor que aquellos doctores Medievales y sus sanguijuelas. Algunas veces, el paciente mejoraba, otras veces morían. ¿Era a causa de las sanguijuelas?¿Era otra cosa? No sabemos. Surgen posibilidades.
La inmunización es la forma más barata de salvar la vida de un niño. Y el mundo ha gastado una gran cantidad de dinero en eso. Sin embargo, al menos 25 millones de niños no consiguen la inmunización que merecen. La tecnología está allí, la infraestructura está allí, y sin embargo ello no ocurre. ¿Cómo usaría sus millones en resolver este problema?
La malaria mata casi 900,000 personas cada año, la mayoría de ellos menores de 5 años en África. Ya sabemos cómo matar la malaria. ¿Qué haría usted, regalar mosquiteros para ampliar la cobertura o haría que la gente los pague para que los valoren y no los usen para otras cosas? ¿Cómo lo sabría?
Otra posibilidad: Educación. Tal vez esa es la solución. Tal vez deberíamos enviar los niños a la escuela. Pero ¿Cómo haría usted eso? ¿Contrataría profesores? ¿Construiría más escuelas? ¿Daría desayuno escolar? ¿Cómo lo sabría?
Aquí está el asunto. No puedo responder la gran pregunta, si la ayuda hizo bien o no, pero estas tres posibilidades si puedo responderlas. No estamos en la edad media, estamos en el siglo 21. Y en el siglo 20, experimentos controlados en forma aleatoria han revolucionado la medicina, permitiéndonos distinguir entre medicamentos que son efectivos o no. Se puede hacer el mismo experimento controlado en forma aleatoria para la política social. Se puede someter la innovación social al mismo test riguroso, científico, que usamos para los medicamentos. En esa forma, se puede separar el tema, de las decisiones políticas, sabiendo que es lo que funciona, que no funciona y por qué. Daré algunos ejemplos con estas tres posibilidades. Empiezo con la vacunación. Cuando empecé a trabajar en Rajashan, India, solo alrededor del 1% de niños estaban vacunados. Eso es malo, pero hay lugares como ese. No es porque las vacunas no estén allí. Están allí y son gratis. No es porque los padres no cuiden a sus niños. El mismo niño que no está vacunado contra el sarampión, si lo contrae, sus padres gastan miles de rupias en ayudarlo. ¿Cuál es el problema? Parte del problema seguramente es que la gente no está debidamente informada. Después de todo, en ese país hay muchos mitos y creencias sobre la vacunación. Si éste es el caso, es difícil, porque la persuasión es difícil. Pero puede ser que haya otro problema, que es el de pasar de la intención a la acción. Los padres tienen que caminar unos cuantos kilómetros hacia el centro de vacunación y pueden encontrarlo cerrado, de modo que postergan y postergan y eventualmente llegan tarde. Si ese es el problema, eso es más fácil de resolver porque A, podemos hacerlo fácil y B podemos dar a la gente una razón para actuar hoy en vez de mañana.
Existen ideas simples que no conocemos. Hicimos un experimento aleatorio controlado en 134 villas en los distritos de Rajashan. En algunos distritos seleccionados aleatoriamente, la hicimos fácil. En otros la hicimos fácil y dimos una razón para actuar ahora. En los distritos que sirvieron para comparación, nada cambió. La hicimos fácil organizando mensualmente carpas donde la gente podía vacunar a sus hijos. Dimos una razón para actuar hoy, entregando un kilo de víveres por cada inmunización. Un kilo de víveres es poco. Nunca va a convencer a alguien para que haga algo que no quiere hacer. Por otra parte, si el problema es la tendencia a postergar, puede dar una razón para actuar hoy en vez de más tarde.
¿Qué es lo que encontramos? Esto es lo bello de los experimentos aleatorios. Las carpas aumentaron la vacunación de 6 a 17%. Esa es una buena mejora. Agregue los víveres y se llegó al 38%. Aquí tiene la respuesta. De facilidades y entregue un kilo de víveres y multiplica por 6 la tasa de inmunización. Alguien puede decir “Esto no es sostenible; no podemos seguir dando víveres a la gente”. Es más barato dar víveres que no darlos. El costo por inmunización termina siendo más barato dando incentivos, por los mejores resultados y por los costos que se ahorran en hospitales y enfermeras.
Empecé de un gran problema y no podía responderlo. Lo subdividí en preguntas más pequeñas y tengo las respuestas a éstas. Estas son respuestas buenas, científicas, robustas.
El problema con la pobreza es que es principalmente invisible, segundo es enorme, tercero no sabemos si estamos haciendo la cosa correcta.
He dado respuestas simples a tres preguntas. Inmunización, mosquiteros gratis, educación y desparasitación.
Con inmunización o mosquiteros, se puede salvar una vida por 300 dólares por vida salvada. Con desparasitación, usted puede lograr un año de educación por tres dólares. No podemos erradicar la pobreza todavía, pero podemos empezar. Empezar con cosas que sabemos son efectivas. Esto no va a ser fácil. Es un proceso muy lento. Algunas veces lo que funciona en una parte no funciona en otra. Es un proceso lento pero no hay otra forma. Esta economía que estoy proponiendo es como la medicina del siglo 20. Es un proceso lento, deliberativo, de descubrimiento. No hay cura milagrosa, pero la medicina moderna está salvando millones de vidas cada año, y nosotros podemos hacer lo mismo.
Y ahora, tal vez, podemos retornar a la pregunta más grande con la que empecé. No puedo decirle si la ayuda que hemos dado en el pasado ha hecho diferencia, pero podemos regresar dentro de treinta años y decir “Lo que hemos hecho, realmente ha acelerado un cambio hacia lo mejor”. Creo que podemos y espero que lo hagamos.