lunes, 7 de febrero de 2011

¿Quien sana el saneamiento?

¿Quién sana el saneamiento?

Jesús Castillo More

• A diferencia del servicio de los semáforos, donde ningún empresario privado los ofrece porque no tiene como cobrar; y los usuarios no están dispuestos a pagar, debido a que esperan que sean los otros beneficiaros los que paguen, y el mercado fracasa por falta de oferta y de demanda, convirtiendo a los semáforos en un servicio público que tiene que ser ofrecido por el estado; en el caso del servicio de agua y alcantarillado, si se puede cobrar porque es posible excluir a quien se le da el servicio, garantizando una oferta de agua y los usuarios están dispuestos a pagar porque saben que si no pagan no tendrán el servicio, garantizando una demanda, es decir generando un mercado con un precio y cantidad de equilibrio.
• Queda claro entonces que el servicio de agua y alcantarillado es un servicio estrictamente privado, que sin embargo se considera preferente o meritorio porque la sociedad considera bueno que todos lo tengamos: la demanda social es mayor que la demanda privada sustentada en la capacidad de pago y se justifica un subsidio que aumente la oferta y baje el precio en las zonas de menor poder adquisitivo.
• La administración de un servicio privado por parte del estado, llámese municipio o gobierno regional, es ineficiente, porque la eficiencia se basa en premios y castigos, ganancias y pérdidas, palos y zanahorias que inducen a un manejo eficiente, y muchas veces la administración estatal descuida este aspecto, convirtiendo a la empresa pública en fuente de empleo para sus allegados, donde los empleos y sueldos quedan fijos independientemente de los resultados, sin incentivos ni sanciones para buscar mejoras. Esta es la razón por la que hace tiempo, un distinguido economista llegó a decir que hacer eficiente una empresa estatal es como pretender hacer ladrar a un gato.
• En el caso del servicio de agua y alcantarillado, este es un monopolio natural, donde basta una sola empresa para ofrecer el servicio a toda la ciudad, tiene costos medios decrecientes por debajo del costo adicional del servicio y necesariamente debe ser regulado y vigilado por la autoridad, bajo la supervisión y asesoría de Sunass, para que ofrezca un buen servicio a la comunidad.
• Es de esta forma, como varias ciudades han resuelto el problema, concediendo el servicio a una empresa que previa licitación internacional, demuestre que está en condiciones de realizar las inversiones necesarias y demostrar eficiencia en la provisión de un servicio satisfactorio, sin aprovechar de su poder monopólico. Esta es la tarea del municipio o del gobierno regional: Convocar a una licitación internacional, fijar las reglas del juego y permanecer vigilante para que la ciudad tenga un servicio que beneficie a todos, con tarifas reguladas, inversión para ofrecer servicio a toda la comunidad con el apoyo de las autoridades distritales y regionales, sin desperdicio de agua y sin desabastecimiento.

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